No hay nada nuevo bajo el sol
Lo dijo Salomón, el hombre más sabio que habitó este planeta, tras vivir todo lo que estaba permitido y un poco más.
Más allá del miedo y el estupor que le pueda causar a muchos la sólida afirmación del enunciado, este mundo siempre cuenta una sola historia, que se repite una y otra vez en un sinfín de almas como un eterno eco.
Sabemos que somos presos de la rutina, pero aún así tratamos de liberarnos de esa condena a cadena perpetua, hasta que lo comprendemos: salir de la rutina es...rutinario.
Tenemos patrones de conducta, estados de ánimo, maneras, pensamientos e ideas que siempre repetimos, que están en el inconsciente colectivo y quizá eso sea lo único que nos hace iguales, lo único que nos une como seres.
No existen las novedades, solo distintas maneras de enfocar un mismo tema. Nada de lo que han visto nuestros ojos es exclusivo, algunas cosas son "edición limitada" para nosotros, pero el sol las ve morir en una generación y nacer en otra, y en su guardia observa que a pesar de las diferencias culturales, nadie se salva; convivir con la existencia no distingue continentes, raza, color, status social, lenguaje ni edad.
La amistad, los valores, el trabajo, el amor, la intelectualidad, el humor, la política, la vulnerabilidad, la fortaleza, el deseo, la pasión, la revolución, la búsqueda espiritual, la poesía, el arte, la tecnología, la educación, la seducción, la destrucción, los códigos, los vicios, la solidaridad, la filantropía, el deporte, la filosofía, y todo lo que se venga a mente es algo ya vivido, experimentado, usado, lustrado y gastado.
¿A qué se debe? ¿Nacemos con una disposición innata? ¿Son bienes y males hereditarios?
No tengo respuesta a esas preguntas, detenerme a pensar es algo que nunca puedo evitar porque esa es una de mis cualidades mas fuertes, sin embargo, esto no me detiene el poder disfrutar de lo legado.
La vida es un cliché, mis pensamientos lo son y mis sentimientos también; pero merecen ser vividos: todos y cada uno de ellos; porque si bien la historia rinde cuentas de que el pasado es correlativo al presente y el futuro seguirá el mismo camino, nosotros somos lo nuevo (no lo que hacemos) y por más que otros hayan navegado el río de la supervivencia, vale la pena cruzarlo.
Aunque para el sol yo sea una más, en mí todo va a ocurrir por primera vez y eso es lo que le otorga un nuevo valor y sentido a lo antiguo; porque lo descubierto y experimentado por otros anteriormente, es para nosotros tierra a conquistar.
Más allá del miedo y el estupor que le pueda causar a muchos la sólida afirmación del enunciado, este mundo siempre cuenta una sola historia, que se repite una y otra vez en un sinfín de almas como un eterno eco.
Sabemos que somos presos de la rutina, pero aún así tratamos de liberarnos de esa condena a cadena perpetua, hasta que lo comprendemos: salir de la rutina es...rutinario.
Tenemos patrones de conducta, estados de ánimo, maneras, pensamientos e ideas que siempre repetimos, que están en el inconsciente colectivo y quizá eso sea lo único que nos hace iguales, lo único que nos une como seres.
No existen las novedades, solo distintas maneras de enfocar un mismo tema. Nada de lo que han visto nuestros ojos es exclusivo, algunas cosas son "edición limitada" para nosotros, pero el sol las ve morir en una generación y nacer en otra, y en su guardia observa que a pesar de las diferencias culturales, nadie se salva; convivir con la existencia no distingue continentes, raza, color, status social, lenguaje ni edad.
La amistad, los valores, el trabajo, el amor, la intelectualidad, el humor, la política, la vulnerabilidad, la fortaleza, el deseo, la pasión, la revolución, la búsqueda espiritual, la poesía, el arte, la tecnología, la educación, la seducción, la destrucción, los códigos, los vicios, la solidaridad, la filantropía, el deporte, la filosofía, y todo lo que se venga a mente es algo ya vivido, experimentado, usado, lustrado y gastado.
¿A qué se debe? ¿Nacemos con una disposición innata? ¿Son bienes y males hereditarios?
No tengo respuesta a esas preguntas, detenerme a pensar es algo que nunca puedo evitar porque esa es una de mis cualidades mas fuertes, sin embargo, esto no me detiene el poder disfrutar de lo legado.
La vida es un cliché, mis pensamientos lo son y mis sentimientos también; pero merecen ser vividos: todos y cada uno de ellos; porque si bien la historia rinde cuentas de que el pasado es correlativo al presente y el futuro seguirá el mismo camino, nosotros somos lo nuevo (no lo que hacemos) y por más que otros hayan navegado el río de la supervivencia, vale la pena cruzarlo.
Aunque para el sol yo sea una más, en mí todo va a ocurrir por primera vez y eso es lo que le otorga un nuevo valor y sentido a lo antiguo; porque lo descubierto y experimentado por otros anteriormente, es para nosotros tierra a conquistar.